viernes, 15 de noviembre de 2019

Pulido de plásticos

Desde que en los coches ponen faros de plástico en lugar de vidrio, es habitual ver faros amarillentos y traslúcidos, el problema reside en el bromo, un aditivo que se añade a los plásticos para evitar que proparguen la llama en caso de incendio. Esto pasa también en la mayoría de los plásticos actuales de cualquier electrodoméstico o juguete. Para solucionar este problema hay dos métodos, uno el conocido como "retro-bright", que ya he comentado en otra entrada (http://boscohurtado.blogspot.com/2013/02/off-line-off-bright.html), que consiste básicamente en revertir la reacción química que hace que el bromo se oxide (no se puede aplicar en los faros a menos que se desmonten y se tengan precauciones especiales en su aplicación, para no dañar la cara interna o espejo del faro), y la otra es la solución mecánica, es decir, lijar y pulir la superficie para eliminar la capa de plástico que se ha oxidado.
En este caso voy a emplear esta segunda opción para otro problema, eliminar una gran rascada en la visera del casco de la bici, y que puede servir para otro tipo de casos similiares donde se requiera una superficie final cristalina, para recuperar la transparencia o dejar una superficie pulida a efecto espejo para que brille como el mármol.

 Así quedó la visera después de una caida, los rayones son bastante profundos, así que lo primero que hay que hacer es eliminar esa capa donde están los surcos hasta alcanzar un nivel donde deje de haber marcas. Esta primera fase se hace comenzando con lija de agua de 500 y hay que tener unas precauciones y seguir unos pasos de forma estricta:
El agua destilada, que no tenga impurezas. Tener a mano un paño o dos de microfibra, a ser posible nuevos o que no tengan restos de polvo o suciedad. Una toalla o papel de cocina para absosber el exceso de agua.
La lija limpia y nueva a ser posible, o si está ya gastada que no tenga restos de otros materiales ( a veces al lijar pinturas o plásticos parte de ellas se quedan adheridas entre los granos de la lija).
Mojar la lija y la superficie del plástico y dar pasadas suaves sin insistir demasiado haciendo circulos para no más dejar marcas y parar un poco antes de llegar al fondo de las rayas. Para ello hay que detenerse de vez en cuando, pulverizar agua para eliminar los restos y pasar el paño de microfibra para ver el resultado. En cuanto se vea que se está alcanzado casi el fondo de las marcas o rayas pasar entonces a una lija de 800 ó 1000 y repetir el proceso. Así sucesivamente hasta llegar al grano 2000.
 Aspecto tras el lijado con grano 500.

 Aspecto tras el lijado con la lija 1000.

Aspecto tras el lijado con lija 2000.

 A partir de aquí entra en acción el Kit de pulido de plásticos de 3M, hay otro kit para pulido aún más extremo pero con éste me conformo. Consta de una esponja de doble cara, esponja por un lado y lija de 3000 por el otro, y una pasta de pulido especial para plásticos. Además tengo otras esponjas de accesorios, que se pueden acoplar al taladro (a bajas revoluciones), para hacer más eficaz y rápido el pulido, que es lo que se emplea normalmente en los faros, pero  en este caso al tener tan poca consistencia la visera he preferido hacerlo todo a mano.
 Se aplica la pasta y se frota alternativamente con la lija de 3000 y la cara con la esponja. A medida que la pasta empieza a pulir se nota poco a poco que se recupera el brillo y empieza a oirse un ruido característico (yeep-yeep). También se puede aplicar la esponja negra fina del accesorio del taladro que es muy suave, pero ya en la fase final para un acabado más brillante y transparente. Esta esponja viene con otra pasta de pulir aún más fina, en el kit estaba en un sobre (entiendo que será más cara... y el sobre se gastó enseguida).
 Tras una hora de trabajo más o menos éste es el resultado, a veces no queda como uno quiere y ha de repetir algunos pasos anteriores.

 Aunque parece pulido y uniforme, más de cerca se nota la diferencia con el otro lado donde no se ha actuado, unas ligeras rayitas casi imperceptibles pero con la luz más intensa pueden verse, e incluso crear un poco de destello. Además parece que la cara exterior de la visera tenía como una capa que es la que le da el tono oscuro al filtro, ya que aparte del degaste por tener menos grosor en la zona intervenida, se ve como un ligero cambio de tono. De momento la visibilidad al exterior con la luz diurna y el sol de frente es buena. Con el tiempo, por el propio uso y limpieza, tarde o temprano tendría un aspecto similar al actual, así que me conformo con el resultado.
Muy importante, tras el proceso parte de la pasta se queda en las esponjas, conviene limpiarlas con agua para eliminar los excesos de pasta, porque esos restos se solidifican y quedan apegados en ellas, y la próxima vez que se tengan que usar las esponjas o las lijas van a soltar un polvillo blanco muy incómodo que puede rayar el trabajo que se esté haciendo.
La pasta de pulir no es muy agresiva químicamente pero para aplicar la pasta llevar guantes de látex o vinilo  y gafas es lo más recomendable.
Para el lijado con agua no hace falta guantes, de hecho es mejor no llevarlos porque así se aprecia al tacto el trabajo que se está haciendo.

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