domingo, 22 de julio de 2018

El color importa

Esta es una pequeña serie de entradas de "reconversión" de juguetes, coches de maquetas estáticas que se han pasado a teledirigidos (con un coche donante "low cost") o teledirigidos low cost a los que les he dado una apariencia diferente para que parezcan de más calidad.

Este primer ejemplo es un Lamborghini Murciélago en un color amarillo muy pobre, con una definición un poco tosca de los detalles, y que pasó por el taller de chapa y pintura para adecentarlo un poco y darle un toque de clase. Particularmente para los coches, que son máquinas tecnológicas de acero o metales nobles, me parece poco afortunado pintarlos de colores planos. La pintura ha de ir en consonancia con la tecnología. Los tonos metalizados, y en concreto los grises, encajan mejor con el concepto de un objeto metálico creado para dominar la velocidad.

 A simple vista se ve lo que hay, un coche de plástico baratillo, los retrovisores no están muy allá, a la toma de aire inferior no le han hecho el hueco (cosa del molde), este fabricante no se molesta mucho en dar los últimos retoques al modelo.

 Vamos a mejorarlo un poco...también de paso vamos a bajar la carrocería que queda muy alta respecto al suelo.


Preparación de un pequeño trípode para pintar con aerógrafo.
 Un gris marengo mezclando esmalte negro y pintura metalizada (gris plata de titan), ambos de la misma marca para evitar problemas con la mezcla. Así el color obtenido es único e irrepetible. Primera mano para aplicar color y ver imperfecciones.
 El efecto acabado tras la segunda mano es totalmente diferente. Ahora incluso parece que la carcasa es metálica.
 También se han lacado los pilotos traseros que eran transparentes



Comparado con el Countach de aluminio de 1980 no desentona tanto para ser un coche de 12 euros.

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