Expongo
a continuación algunos ejemplos de pequeños y no tan pequeños detalles, que no
son exactamente invisibles, pero sí que pasan desapercibidos (esa es la idea).
Además suelen ser detalles “fuera de catálogo”, piezas que no existen en el
mercado y que hay que hacer ex-profeso, y que no siempre se encuentra al oficio
adecuado para elaborarlas, o cuando existe un profesional que puede hacerlo lo
hace tarde, mal, a regañadientes y pide precios desorbitados por ello.
Así que
ante tal despropósito muchas veces he optado por el camino fácil, hacerlo yo
mismo. Cuesta más, no económicamente, sino en horas de trabajo, porque no
siempre se dispone de la herramienta adecuada para hacer las cosas en menos
tiempo y con la precisión que uno querría, pero con cuidado y paciencia se
pueden hacer. Aquí expongo de todo un poco, y hay muchas más que igual pondré
más adelante.
Este es un alegato a favor del "sí se puede, si sabes cómo y te tomas la molestia en hacerlo".
Canalones
de zinc-titanio
A veces
el no encontrar esas piezas especiales no es otra que al fabricante nunca se le
ha ocurrido elaborarla porque supone que con las que tiene en catálogo hay
suficientes. Este es el caso de los canalones de zinc. En algunas poblaciones
las ordenanzas municipales en su sabio entender “prohíben” injustificadamente
que las bajantes de pluviales discurran por fachada, como se han colocado toda
la vida para evitar males mayores de obstrucciones y filtraciones al interior
de la vivienda.
En ese
caso la solución pasa por ocultar la bajante dentro de la fachada. Como es
habitual que en los extremos hayan pilares muy próximos además al paño de
fachada, no queda más remedio que desplazar la bajante a unos 40 o 50 cm de las
medianera, lo que obliga a una solución algo compleja de recogida de aguas. Si
uno siguiendo ese afán de las ordenanzas quiere ser pulcro y dejar limpia la
canal de parte a parte de la fachada, para que abarque todos los ríos de las
tejas, hay que recurrir a una pieza en T que no se encuentra en el mercado y
que hay que hacer de forma artesanal con otras estándar. Esta vez no voy a
desvelar los misterios y la técnica necesaria para elaborarlos, porque no es
una solución tan sencilla como parece, y en esta ocasión me voy a permitir el
lujo del secreto profesional. Y si bien de cerca estéticamente no quede muy
agradable a la vista, a la distancia una vez colocada queda totalmente
desapercibida y totalmente integrada.
Cerrojo-falleba
En este
caso una escalera atravesaba el hueco de la ventana, que abría hacia el
exterior, pero la zanca hacía inviable la colocación de una
falleba, y para cerrar inferiormente la ventana era necesario hacer un cerrojo
especial de 110cm de largo que no existía en el mercado. Después de discutir
con constructor y carpintero sobre la solución más idónea a emplear no me quedó
más remedio que hacerla yo mismo añadiendo una varilla de acero de un metro de largo al cerrojo estándar. Una de las razones que esgrimían es que el
acero del cerrojo que venden normalmente no se podía soldar...bueno, pues sí se
puede, tan sólo hay que decapar la pintura, soldar , trabajar la soldadura para
adecentarla y volver a pintar.
Rejilla
de ventilación
En este
caso por problemas de altura y para no falsear un "pilar" en la estancia superior, no había posibilidad de salir verticalmente ni horizontalmente a traves del falso techo. El forjado era una solución reducida en 15cm de canto de viguetas
metálicas, bardos y corcho para aligerar y una capa de compresión, y el falso techo apenas tenía 10cm de hueco, insuficiente para ubicar el extractor y el conducto, de forma que
la rejilla de extracción del cuarto de baño no podía ir en el techo. Se optó por salir por la pared dado que en ese punto habia un hueco junto a la medianera. El alicatado
era de un color verdoso con un dibujo moteado, así que como era para un
familiar y había que dejarla bien integrada se pintó la rejilla blanca de
aluminio con aerógrafo simulando luego con un trapo el moteado. El primer
trabajo consistió en lijar con cuidado el esmalte inicial para dejar una
superficie más rugosa, pero sin llegar a decaparlo, para que mantuviera la
protección inicial. El proceso más laborioso y que requirió de varias pruebas e
intentos fue tanto igualar el color como la textura del azulejo. Finalmente
como el azulejo era satinado hacer otras pruebas con barnices para obtener un
brillo similar.
Escalera
La
dificultad es hacer que lo que es complejo no lo parezca, y en este caso la
complejidad venía por dar continuidad a una escalera existente en un nuevo
tramo de una ampliación. Para añadir interés había un ligero desvío entre los
tramos de la escalera, heredado también de la escalera preexistente que tenía
esta condición. Ambos tramos no eran perpendiculares entre sí, y la unión y las
soluciones de la continuidad del zanquín había que resolverlas de la forma más
adecuada, que al final fue la más intuitiva, que no fácil.
También había que
dar solución a la barandilla siguiendo un diseño previo de la escalera ya
ejecutada.
La
pieza más complicada fue la de la esquina del peldaño que es co-planar con la
pared, aquí había que hacer una escotadura con un bisel siguiendo el ángulo de
la nueva escalera a la que se daba continuidad, para que ese plano con el del
zanquín que enlazaba con él fuera el mismo.
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