Esta obra comprende la restauración funcional del interior de la torre a efectos de mejorar las instalaciones y la seguridad estructural del mismo. Actualmente el campanario acoge las funciones propias de toques de campanas para el culto y las señales horarias del reloj, así como parte de la megafonía municipal y la instalación de pararrayos (actualmente incompleta y desfasada desde el punto de vista normativo).
La última intervención efectuada en él fue en los años ochenta, cuando se mecanizó el volteo y los toques de las campanas. Toda la instalación eléctrica se dispuso en superficie por el interior de la torre, se introdujeron mecanismos electrónicos para los relojes (uno por cada esfera) y se dispuso un alumbrado exterior. Toda esta instalación presenta actualmente un precario estado que es necesario sustituir y mejorar. Exteriormente se repararon los enfoscados y se pintó con pintura mineral, acabado que en la mayoría de los paños se conserva en buen estado.
En esta nueva fase no se actuará exteriormente, tan solo en el interior, haciendo primar la seguridad estructural y la consolidación de los elementos que lo componen frente a aspectos estéticos, dado que toda el área a intervenir carece de interés artístico o arquitectónico en sus elementos. Cabe señalar también que las nuevas instalaciones exigen un mantenimiento más exhaustivo, por lo que las medidas de seguridad para el acceso a la torre se han de mejorar, sobretodo en el acceso al remate superior.
La intervención se inicia en el cuarto del reloj, elemento que no es original con respecto a la construcción inicial de la torre. Este cuarto se encaja bajo la bóveda del cuerpo de campanas creando una pequeña estancia que albergaba inicialmente el mecanismo del reloj. El forjado sobre el que apoyaba ocupaba poco más de dos tercios del interior del campanario, dejando un hueco central con una trampilla sobre el ojo de la escalera por el que discurrían las cuerdas de las campanas y los contrapesos del mecanismo del reloj (actualmente desaparecido?-retirado?). Un tabique cerraba el cuarto respecto a la escalera y se accedía a él a través de una puerta ubicada en otro recrecido sobre la escalera, en una esquina del tercio libre del hueco de la torre. Todo ello daba lugar a un angosto paso en el que era necesario agacharse para pasar por debajo de la puerta de acceso y de nuevo pasar por debajo de un tubo de acero que cruzaba la escalera, a través del cual pasaba el eje de las manecillas del reloj hasta la esfera de la fachada oeste.
Vista del cuarto del reloj antes y después de la intervención reconstruyendo el nuevo forjado y modificando el peldañeado de la escalera.
El resto de la escalera que bordeaba el cuarto del reloj (los últimos dos tramos) estaban tabicados con respecto a este, el superior seguramente es el original del campanario inicial, el tramo inferior, que partía desde el cuarto del reloj, se haría conjuntamente con éste, puesto que esos peldaños están recrecidos sobre el forjado del cuarto del reloj y presentan un desarrollo de peldaños muy vertical. Además se apreciaba un tabique bajo el descansillo de la esquina que da a entender que se hizo a posteriori del forjado para apear la bóveda superior y poder eliminar los tramos inferiores de la escalera sin que afectara al último tramo.
El forjado de este cuarto consistía en dos perfiles metálicos tipo IPN , revoltón de ladrillo entre ellos y la pared del fondo, y una capa superior de hormigón, ejecutado probablemente entre finales de 1800 y principios de 1900. Este forjado estribaba en los muros mediante empotramiento de los perfiles en él, y apoyaba parcialmente sobre la antigua bóveda de la escalera, factor que ha permitido que no colapsara, dado que todo el acero que estaba embebido en el muro estaba totalmente corroido debido a las filtraciones de agua, careciendo de capacidad portante. Era preciso demolerlo en su totalidad para poder reconstruirlo, puesto que es necesario tanto para las labores de mantenimiento de los relojes como para la intervención actual como plataforma para elevar y acopiar materiales.
La demolición del forjado exigía una serie de actuaciones previas. Sobre él estaban los dos últimos tramos de escalera que había que apear. El tramo inferior no era más que un recrecido sobre el propio forjado a base de ladrillos y relleno de escombro, que a su vez daba apoyo al tramo superior, de mejor factura que el anterior, con bóveda tabicada de ladrillo macizo y que podía conservarse. Para sostener este tramo se dispuso un tabique provisional sobre el forjado demoler , se ejecutó una ménsula de hormigón en la base del mismo anclada al muro con barras de acero, de forma que la bóveda estribaba en ella. Una vez fraguada y endurecida la ménsula se demolió el tabique provisional y el primer tramo de la escalera, y se ejecutó una segunda ménsula en la base del tramo inferior para volver a reconstruirlo. En este caso se optó por un pequeño forjado con dos viguetas de hormigón semirresistentes, dada la elevada pendiente de la escalera y la sencillez constructiva de la solución.
La supresión del cuarto del reloj y el tabique que lo delimitaba permite reordenar toda esta zona y redistribuir los tres últimos tramos de escalera antes de llegar al cuarto de campanas, lo que mejora notablemente el acceso para labores de mantenimiento y despeja toda esa zona para poder disponer de más espacio útil.
Debajo del cuarto aún se conserva la bóveda de la antigua escalera y se aprecian en las paredes los trazos de la escalera original, desdibujada en el enlucido de yeso reparado. La falta de portón en el cuerpo de campanas, y la ausencia de pendientes y medios de evacuación de aguas al exterior, ha provocado que durante muchos años el agua de lluvia acceda directamente al interior de la torre cayendo por los peldaños, originando la erosión del yeso y mortero de la bóveda y el peldañeado. El techo de la escalera sobre el cuerpo de campanas mediante una pequeña bóveda de cañón ha permitido que por su solidez se mantuviera el resto íntegro, pero aún así esta bóveda también presenta daños que es necesario reparar. Sobre ella se ejecutará una nueva cubierta con solado, con pendiente y evacuación de aguas hacia la cubierta del templo. Se colocará un nuevo portón para evitar las filtraciones de agua al interior de la escalera.
Vista del estado original de la escalera antes de construir el cuarto del reloj.
El cuerpo de campanas presenta un buen aspecto estructural en sus muros, confeccionados con ladrillo macizo de formato catalán (33x15x3,5cm), cuyo único deterioro se concentra en los antepechos, que en su día se repararon con yeso, lo cual no ha hecho más que agravar su estado, tan sólo presentan daños en la cara interior de la torre y no hay riesgo de desprendimientos al exterior. Los anclajes de los herrajes y motores de las campanas con yeso también ha sido necesario extraerlos para evitar que la expansión del óxido y del yeso deteriore más el muro, los huecos que quedan se colmatarán de nuevo con ladrillos macizos recuperados del peldañeado y del cuarto del reloj demolido.
La antigua escalera de mano que accede al remate superior se anulará por motivos de seguridad, se dispondrá una nueva escalera de pates al lado opuesto más fiable y se instalará una pasarela de traspaso para acceder al hueco del remate superior.
Paso junto al cuarto del reloj, antes de salir al cuerpo de campanas, y tubo por donde discurría el eje de las manecillas de la esfera de poniente.
Vista cenital del los dos últimos tramos de escalera antes de salir al cuerpo de campanas y del forjado del cuarto del reloj después de demoler la tabiquería que lo delimitaba.
Vista de la bóveda de cañón que sirve de techo al cuarto del reloj y tubos de la instalación eléctrica que se han retirado.
Vista del cuarto del reloj tras demoler la tabiquería, con los huecos de los dos relojes y la escalera de acceso al cuerpo de campanas.
Trampilla en el forjado del cuarto del reloj que da acceso al ojo de la escalera, por donde discurrían las cuerdas de las campanas y los contrapesos del reloj.
Tabique para soportar el último tramo de la escalera para confeccionar la ménsula de apoyo de la bóveda.
Vista de la bóveda de cuarto del reloj y hueco de salida al cuarto de campanas.
Aspecto de la corrosión en las vigas metálicas del forjado del cuarto del reloj.
Vista del alma de la viga completamente corroida tras retirar el revoltón del forjado.
Regatas para el empotramiento de la instalación eléctrica.
Vista de los cables y conducciones que antes discurrían grapados a la pared.
Vista del cuadro eléctrico que controla el campanario y coro.
Nuevo alumbrado general y de emergencia. El anterior alumbrado estaba en superficie, grapado a los tubos metálicos que alimentaban el campanario a través del ojo de la escalera. La mayoría de los portalámparas estaban obsoletos y la mayoría carecían de bombillas.
Vista de la ménsula de apeo de la bóveda del tramo final de la escalera.
Vista del forjado del cuarto del reloj durante su demolición.
Detalle del armado de la ménsula que servirá de apoyo al nuevo tramo de escalera. La pared de mampostería impide una ejecución de los taladros más precisa, si bien es suficiente con garantizar que los anclajes sean efectivos.
Vista del encofrado del penúltimo tramo de escalera.
Proceso del montaje del nuevo forjado del cuarto del reloj.
Reparación de las hornacinas de los relojes. Los huecos se practicaron sobre el tramo de mampostería y no se remataron en su día los bordes laterales ni los dinteles. Los huecos tampoco son regulares, y las medidas de ambos difieren en ancho y altura. Se ha optado por encajar los arcos y jambas que mejor se integraban en cada hueco para no tener que afectar más a la estructura del muro.
Confección de una de las cimbras para el arco de los huecos de los relojes.
Aspecto final con la barra soporte del mecanismo del reloj, se ha suprimido la antigua barra de madera que estaba empotrada en el muro por un perfil de acero galvanizado, que está atornillado a unos angulares por medio de tornillería estándar con tacos de nylon. En caso de tener que reemplazarlo o retirarlo por motivos de mantenimiento no hay que alterar el muro.
Hueco de acceso al cuerpo de campanas.
Hormigonado de la losa del cuerpo de campanas y colocación del marco del portón de acceso
Trabajos de acondicionamiento del muro para albergar las campanas
Aspecto de las rozas donde irán los apoyos de los ejes de las campanas tras retirar los antiguos anclajes y soportes.
Instalación de la nueva escalera de pates, más segura que la anterior.
Nuevo peldañeado de los últimos tramos de la escalera.
Montaje del andamio en el cuerpo de campanas para los trabajos en altura de saneado de las vigas del forjado del remate y del enfoscado, colocación de pates, regatas para la instalación eléctrica y montaje de la pasarela superior.
Las vigas de la losa superior del remate son en realidad carriles de tranvía o de vagoneta de 10cm de altura y 7cm de base, presentan una corrosión superficial, si bien el mayor grosor de la sección ha permitido que se conserve bien el acero.
Tan sólo la viga central es la que presenta una mayor merma en el ala inferior, aunque ésta es la que menos carga tiene al estar las pilastras del remate centradas sobre las vigas adyacentes. Por la forma en que el enfoscado estaba amoldado a ella se entidende que ya poseían una corrosión previa y que fueron aprovechadas del retiro de alguna instalación industrial.
Vigas tras pasivar el acero y recubrir con mortero especial el ala inferior de las mismas.
Trabajos varios en el cuerpo de campanas: regatas para la instalación eléctrica de los motores y martillos de las campanas, reparación de los enfoscados de los antepechos, eliminación de restos de madera y yeso de los muros, y cegado de huecos en la bóveda.
Vista de la escalera de pates y de la nueva pasarela de transferencia para acceder al nivel de coronación. En dicho nivel se instala la megafonía municipal y el pararrayos, y es necesario un buen acceso que permita un correcto mantenimiento de los mismos y con las debidas medidas de seguridad.
Vista del cuerpo de campanas y acceso al remate superior antes y después de la intervención.
Cubierta superior donde se ha realizado una losa de refuerzo y cosido del forjado preexistente, se han incrementado las pendientes, se ha impermabilizado la losa y se colocado un nuevo solado para evitar futuras filtraciones al cuerpo de campanas.
Colocación del pararrayos e izado de las campanas.
http://juntafabalbalat.blogspot.com.es/2013/03/torre-campanario.html
http://boscohurtado.blogspot.com.es/2013/10/reloj-del-campanario-de-albalat-dels.html
Entrega de las campanas el 3 de octubre de 2013
http://boscohurtado.blogspot.com.es/2013/10/colocacion-de-las-campanas-iglesia.html
Mecanismos actuales del reloj : esfera y engranajes Manclús, motor Sodeco-Saia de 220v , caja reductora Kelvin. El accionamiento de las manecillas del reloj se realiza por pulsos controlados por un ordenador a través de dos cables, el primero hace avanzar media vuelta el eje del motor con la reductora, un par de muescas en la circunferencia de baquelita del eje activan el interruptor que conmuta los cables cada media vuelta. El conjunto hace girar directamente al minutero. El avance de la manecilla de la hora está ligado al movimiento del minutero a traves de unos engranajes que están en otro mecanismo junto a la esfera.
Confección de bancadas y cajas de protección contra el polvo y la suciedad para los mecanismos de los relojes. Se han vuelto a pintar los soportes de los engranajes, también se han recableado los motores y se han sustituido algunas piezas de separación que tenían mal aspecto estético. Inicialmente tenían un sistema de protección de sobreintensidades mediante un varistor y un condensador, que se han mantenido por estar en buenas condiciones, se ha añadido un fusible de 1 amperio como medida de protección adicional. Dentro de la cajas se han instalado también unas pequeñas bolsas de gel de sílice para controlar la humedad..
Entrega de las campanas el 3 de octubre de 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario