Este
inestimable ventilador de 60W ha durado unos 15 años, pero los
últimos cuatro ha sido un calvario. De hecho lo tuve parado casi dos años cuando se averió la primera vez, probé
limpiar y lubricar con aceite de máquina, pero el engrase de aceite cada vez
duraba menos, y probé todos los aceites posibles. El problema es que al ser las
palas de metal y más pesadas (comparadas con las de plástico) con el tiempo la
vibración había ido raspando el eje en el buje trasero hasta el punto de trabar
el rotor. Había intentado revivirlo con una buena limpieza y ajuste del motor,
pero no hubo manera.
sábado, 28 de septiembre de 2019
Remaches y fibra de vidrio.
Aplicaciones prácticas con remaches de aluminio y fibra de vidrio, especialmente en plásticos.
Fibra de vidiro y adhesivos.
Aunque digan que el plástico puede durar hasta 400 años, la realidad es que rara vez las cosas de plástico nos duran más de diez años sin romperse. Aunque la naturaleza de los plásticos es muy variada en composición, en general casi todos los que se emplean en juguetes y artículos del hogar son de ABS, formados mediante termoinyección, y tienen un componente elastómero (butadieno) que con el tiempo y la exposición a los rayos UV pierde propiedades y se vuelve frágil y quebradizo.
En este caso se han arreglado varios elementos de plástico que se han roto debido a un golpe o a un gran esfuerzo de flexión o tracción. Pegar un plástico con adhesivo, si no está sometido a grandes esfuerzos, no es problema, pero darle la suficiente rigidez y resistencia a la nueva unión en zonas muy solicitadas requiere un refuerzo adicional.
En estos casos hay dos opciones: una reforzar con resina epoxy o superglue y fibra de vidrio, y la otra poner una plancha de metal (chapa de acero o aluminio) y reforzar con remaches. En el primer caso las uniones son relativamente resistentes, pero cuando han de soportar esfuerzos lo mejor es poner remaches. Obviamente la estética no se considera en este caso, sólo la funcionalidad.
Fibra de vidiro y adhesivos.
Carcasa impresora.
Este es un ejemplo de cómo intentando arreglar algo las cosas van a peor, y no por torpeza (o igual sí...) sino por deterioro del material. La impresora es una multifunción láser que ya tiene sus años, pero que ha funcionado y sigue funcionando bastante bien con un uso casi a diario, y siendo de HP, de cuando todavía hacía cosas que duraban...había que arreglarla, además me admite tóner no compatible sin problemas ( por lo menos hasta ahora). El caso es que por un golpe accidental se rompió un soporte de las hojas de la parte del escáner, y para reparar dicha pieza hay que desmontar el frontal.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)