Restauración
de fachada de una vivienda de 1914, con muros de mampostería y ladrillo. La
intervención consistió en eliminar todo el revestimiento deteriorado de la
planta baja por la humedad, el saneado y consolidación del soporte, y la
ejecución del nuevo revestimiento con mortero de cal y posterior acabado con
pintura al silicato. En la planta primera al no haber problemas de humedad y
estar el soporte en buen estado tan sólo fue necesario masillar y reparar las
fisuras.
En uno
de los laterales del muro la sección estaba recrecida con mortero prácticamente
sin áridos y en un grosor de más de 6cm, que fue necesario eliminar y recrecer
posteriormente en varias capas.
Saneado de todo el enfoscado hasta alcanzar la base del muro original
Primera capa de enfoscado.
Aspecto tras las aplicar una segunda capa de regularización y la capa final de acabado fino.
Todo el acero de las rejas presentaba una
oxidación excesiva, con un notable incremento del volumen de óxido y
exfoliación en lajas. Afortunadamente tras el saneado quedaba suficiente
sección para mantener las rejas originales, tras el cepillado y la aplicación
de un convertidor de óxido se procedió a soldar unas nuevas garras para
afianzarlas a la obra. Las zonas en contacto con el mortero se imprimaron con
galvanizado en frío.
El
zócalo de hormigón hidráulico se reconstruyó con la misma sección del original,
pero esta vez con piedra de Godella, también de uso tradicional en todos los
zócalos y recercados de huecos de las casas de la época. Dado que actualmente
es complicado y costoso ejecutar toda la sección en una pieza se dividió el
zócalo en tres partes, además de esta manera era posible aplicar diversos
acabados en ella, apomazado y abujardado. La colocación se realizó con varilla
de acero inoxidable y maestras verticales de cemento cola dejando una “cámara”
de aire al trasdós para permitir que respire la pared. Una de las ventajas de
esta piedra es su porosidad y la presencia de pequeñas coqueras que permiten
que el vapor de agua generado al trasdós pueda evaporarse.
Adicionalmente
se intervino en el antepecho y en la cubierta para reparar problemas de
filtraciones.Este
tipo de solución con antepecho, tradicional en las viviendas valencianas de
principios del siglo pasado, presenta generalmente el mismo problema de
filtraciones debido a una inadecuada sección y pendiente del canalón de
recogida de aguas. Este problema se agrava además por el tipo de piezas
cerámicas con el que se confeccionaba, que presentan gran número de juntas y
resaltos entre ellas, donde suele acumularse polvo y tierra o mortero
deteriorado de la propia cubierta, dando lugar a la proliferación de plantas
que a su vez generan más problemas de fisuras y filtraciones por la acción
destructiva de las raíces.
En este
caso se ha optado por anular completamente dicho canalón y ejecutar otro nuevo
fuera del ámbito del antepecho para garantizar la estabilidad del mismo. En
ocasiones parte del frontón central se resuelve con pilastras que apoyan por un
lado en la fachada y por otro encima de las tejas, actuando como puente sobre
el canalón de recogida de aguas, siendo en ocasiones un verdadero peligro en el
caso de deteriorarse el mortero de las tejas.
Para la
correcta ejecución e impermeabilización del canalón se ha levantado un ámbito de 1,4m de ancho de tejado desde la
fachada, se ha eliminado todo el mortero de las tejas y se ha llegado hasta el
tablero de ladrillo original. Sobre éste se ha ejecutado un nuevo tablero
y canalón in situ de hormigón con
pendiente del 1,5% hacia la bajante (de origen la pendiente era prácticamente
nula). Para garantizar la estanquidad se ha forrado todo el canalón con EPDM de
1,0mm de grosor suministrado en rollo, para evitar tener uniones o empalmes.
La
protección del EPDM para evitar la incidencia de la radiación solar se ha
realizado con chapa de acero inoxidable de 0,6mm, plegada mediante prensa según
patrón de proyecto. Anteriormente empleaba chapa de zinc doblada en obra, pero
la ventaja de hacerlo con chapa inoxidable en taller especializado permite,
además de la precisión y limpieza de los pliegues, ampliar un par de milímetros
el ancho de las secciones solapadas para evitar bultos o deformaciones en los
empalmes (en este caso la limitación es de 2,5m por suministro y para que pueda
ser mecanizada la chapa en la prensa).
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