En la construcción a pequeña
escala suele ocurrir a veces que necesitamos soluciones fuera de lo normal y en
la mayoría de las ocasiones, bien por falta de presupuesto o bien por falta de
recursos, tenemos que conformarnos con lo que hay al alcance del constructor y
en las tiendas de suministros... y muchas veces renunciar a la idea proyectada
o acabar con soluciones de compromiso.
En este caso toda la vivienda se
ha construido con forjado de viguetas pretensadas y bovedilla de hormigón, pero
en los balcones donde se quería dejar un acabado de más calidad se optó por
losa de hormigón. En los primeros dos forjados no hubo más remedio que encofrar
toda la losa, en el tercer forjado encontramos un sistema compatible con el
forjado tradicional de viguetas y bovedillas y que nos permitía tanto el
acabado de la losa como el aligeramiento de la misma.
Este forjado se ha proyectado inclinado, de esta manera ya tenemos
la pendiente de la terraza, y en el extremo inferior realizamos una losa con la
base horizontal donde embeber las viguetas, permitiendo que el hormigón pase
por debajo de ellas. Se ha optado en este caso por una viga capialzada por
varios motivos, uno el dar canto suficiente para salvar una luz de casi 7m
libres sin descuelgue inferior que nos limitaría la altura libre, otro actuar
como antepecho y canal de recogida de agua. En principio la viga, con un canto
total de 80cm, no tiene problema alguno ni de resistencia ni de flecha para
poder recibir toda esa carga extra del macizado.
Días antes el arquitecto técnico
me mostró un sistema para aligerar losas por medio de unas piezas huecas de
plástico, y vimos la posibilidad de integrarlo en dicho forjado y quitar casi
700kg de peso a la viga, si bien en este caso no era una cuestión fundamental
sí que era interesante para probar el sistema y ver las posibilidades que
tenía.
Contactamos con la empresa
“Cuerpos huecos estructurales” quien nos facilitó las piezas y nos sugirió la
forma de colocarlo en obra. Estos cuerpos se han diseñado para aligerar losas
macizas en aproximadamente un 30%, manteniendo prácticamente la misma
resistencia inicial. Se integran en un mallazo de 15x15 disponiéndose cada
30cm, por tanto era viable introducirlos entre los interejes de las viguetas
que son cada 70-72cm. En este caso el problema para instalarlos residía en la
incompatibilidad del despiece del mallazo de 15x15 con los interejes de
viguetas, así que optamos por ferrallar una malla superior para atar los
cuerpos huecos. Otra opción habría sido atar entre dos trozos de mallazo cuatro
cuerpos huecos como sugirió la empresa, pero vimos que con la malla superior
ferrallada in situ con varilla del 8, convenientemente atada a las viguetas y
al armado de negativos, era suficiente para evitar que flotaran los cuerpos
huecos. Inferiormente ya se disponía de un mallazo para evitar la retracción
del hormigón así que no era necesario disponer más acero.
Vista del área a macizar
Colocación de los cuerpos huecos y
atado a las viguetas.
Desencofrado del forjado y viga capialzada
En el lateral de la viga se ha
dejado un berenjeno para embeber en él la lámina impermeabilizante.
Juan Bosco Hurtado Ruiz,
arquitecto
Colaboradora: Nuria Tamarit
Fuertes, arquitecto
Silverio Soriano Soriano,
arquitecto técnico
Construcciones Peregrín Lázaro
Bodi
Estructura : Proconsal S.L.
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