Rehabilitación de planta baja con patologías en los muros de fachada y medianeros de tapial. Parte de la problemática explusión del enfosado y el deterioro de la masa cimentante del tapial está originado por las sales y la humedad. Las humedades además de por la naturaleza porosa de la pared y cimiento, y el tipo de construcción en un terreno generalmente húmedo, estaban agravadas con una fuga en la acometida de agua potable y en la acequia de ladrillo que todavía funcionaba como desagüe principal de la vivienda, tanto de pluviales como de residuales, pero que tenía la conexión al alcantarillado sellada por una ejecución incorrecta de las instalaciones enterradas de alumbrado, agua potable, gas y teléfono.
Aspecto de la misma pared enfoscada con mortero de cal y puzolana ya preparado, al que sólo hay que añadirle el agua de amasado.
Pared acabada de sanear, se aprecia la franja de humedad más oscura. Tras el picado del mortero deteriorado se elimina todo el material suelto hasta alcanzar el soporte sano, se limpian los restos de arena y polvo con la maguera, este agua además prepara el muro para recibir el consolidante y lo arrastra más hacia el interior, tras un par de aplicaciones de agua y cuando ésta desaparece de la superficie se proyecta el producto consolidante y se realizan las inyecciones en la base del muro, igualmente en los taladros hay que inyectar agua, para que se abra paso a la resina una vez el agua del taladro ha sido absorbida.
A los pocos días del tratamiento se aprecia que la pared se seca.
Aspecto del mortero de cal una vez aplicado.
Detalle del recalce de un pilar, no se aprecia en la foto pero la parte central de la viga que acomete al pilar estaba apuntalada. Si la traba con el muro es suficiente la necesidad de apuntalamiento es menor. Este pilar también era de tapial. Se aprecia tanto el recrecido del ancho del pilar como de la base del muro a base de mortero de cal y mampostería, en este caso se eliminó para ubicar el cimiento de un nuevo pilar trasdosado
Aspecto del hueco cimiento del mismo pilar preparado para recibir la ferralla y el hormigonado.
En la fachada exterior el deterioro era aún mayor, además la fachada exterior, también de tapial, sólo tenía 15cm de espesor. En este caso se tuvo que solapar todo un pilar apantallado para soportar además el peso de la escalera.
Armado de la zapata para abrazar al pilar existente de tapial.
Ferralla antes de hormigonar la zapata .
Replanteo del pilar apantallado sobre la nueva zapata
Pilar de la pared medianera ya ejecutado con ladrillo panal. Una estructura de hormigón había resultado más compleja de ejecutar y no ofrecía una mejora estructural significativa, por cuanto no era posible realizar uniones rígidas a la estructura superior.
Aspecto del pilar apantallado en el chaflán de la vivienda que presentaba sendas fisuras en las aristas exteriores debido a la falta de trabazón.
Detalle de otro recalce, en este caso por donde entraba la acometida de agua, que se tuvo que sustituir y entubar para evitar que se reprodujera el problema inicial de filtraciones.
Vista del mismo pilar con la acometida de agua. Todos los pilares adosados a muros eran de tapial y estaban bastante deteriorados, se inspeccionaron todos los de la vivienda y hubo que hacer cinco recalces como éste.
Pilar anterior trasdosado.
Refuerzo de muros de tapial. Consolidación y tratamiento de humedades. Recalce de zapatas y trasdosado de pilares de ladrillo como refuerzo a los machones de tapial. Año 2011.
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