lunes, 11 de febrero de 2013

OFF LINE. Off bright

Cuando decidí arreglar el viejo ordenador 486, una de las cosas que más me llamó la atención fue ese color amarillento que adquieren los plásticos con el tiempo, y una vez arreglado y en funcionamiento era una lástima que exteriormente el frontal presentara un aspecto tan desagradable. Este problema ya lo había visto antes en otros objetos de plástico, principalmente en los de color blanco y transparente, y es imposible de eliminar con una simple limpieza a fondo con productos tradicionales. En muchas páginas web aconsejaban una eliminación superficial de esa capa de forma mecánica, lijando y puliendo la superficie, lo cual es inviable en algunos objetos, sobretodo aquellos que tengan impresa una textura, o tengan una geometría compleja, ya que pueden dejar en peor estado la superficie. 






Durante un tiempo dejé apartada la idea de “rejuvenecer” el aspecto del plástico del ordenador, hasta que la incorporación de otros objetos similares que habían corrido la misma suerte me hizo buscar de nuevo un remedio en internet. Y encontré en varias páginas un método basado en el peróxido de hidrógeno (agua oxigenada en mayor concentración que la tradicional de uso sanitario) y la aplicación de rayos ultravioleta para eliminar ese tono amarillento. Por lo visto todas ellas partían de la misma base descrita en el proyecto Retr0bright, en la cual se describe por qué se produce este amarilleo de los plásticos y cómo revertirlo:




Al parecer en la elaboración de los plásticos ABS que se emplean en las carcasas de infinidad de productos como aparatos electrónicos, juguetes, etc se añade una cierta cantidad de bromo como agente no propagador de la llama, y es la acción de la luz ultravioleta  presente en la luz solar y en las lámparas fluorescentes (habituales en viviendas y oficinas) la que produce una inestabilidad atómica en el bromo que le hace capturar átomos de oxígeno de la atmósfera con los que compartir electrones, y dicha oxidación es la responsable del color amarillento. En el proceso de blanqueamiento se emplea el peróxido de hidrógeno y la luz ultravioleta para producir la misma inestabilidad en el bromo, pero esta vez en presencia de una mayor concentración de hidrógeno se logra que el bromo libere el oxígeno y se combine con aquel en su lugar.

En  internet se pueden encontrar todo tipo de explicaciones y recetas milagrosas en torno a este procedimiento, y en principio la original, que es la que he seguido de esta página, es la que he decidido probar y tan sólo me limitaré a exponer los resultados y dar algunos datos y detalles que en otras páginas no se mencionan. Y si bien muchas veces hay muchos remedios falsos y métodos poco ortodoxos y científicamente contrastados en la red ( hay que ser un poco escéptico y buscar fuentes serias..), esta vez el método parecía veraz y fiable, y he de confirmar que así lo era, y tomando las precauciones de seguridad adecuadas es fácil y no requiere un gran esfuerzo para conseguir el resultado deseado.


ATENCIÓN. LOS MÉTODOS Y PRODUCTOS AQUÍ DESCRITOS SON PELIGROSOS E IMPLICAN RIESGOS DE QUEMADURAS POR CONTACTO Y SON TÓXICOS.

En cuanto a los productos, el peróxido de hidrógeno (agua oxigenada de 30 volúmenes, también etiquetada como Peróxido de hidrógeno 110) es quizá lo más difícil de encontrar, salvo en droguerías o tiendas especializadas en productos químicos y de limpieza,... y es un producto caro, unos 34 euros el litro (y peligroso si no se manipula adecuadamente, con cuidado, con guantes y gafas de protección, y evitando que entre en contacto con otros productos con los que puede reaccionar violentamente, motivo por el cual las mezclas las realicé dentro de una gran cubeta de plástico). El siguiente componente difícil de encontrar es la goma Xantana, aunque también puede encontrarse en ese tipo de tiendas, que es un producto gelificante (no lo he probado pero con Carbopol posiblemente se consiga el mismo resultado, en principio como el agua oxigenada puede hacer reacciones violentas mejor no experimentar con ello). El resto de componentes es fácil de obtener : glicerina y percarbonato de sodio (vanish). La mezcla básica es para 200ml, pero la mayoría de veces basta la mitad de producto, en mi caso no he hecho mezclas de más de 100ml (medio vaso de plástico, en vasos desechables), empleando la mitad de cada producto de la receta y con ello hay suficiente para blanquear un teclado completo o el frontal de una torre de ordenador.

Fundamental el uso de gafas de protección que cubran bien los ojos, guantes de goma, látex o vinilo, y ropa  y calzado viejo que no importe que pueda mancharse y que cubra el cuerpo frente a posibles salpicaduras.

Composición de la mezcla:
200 ml de Peróxido de hidrógeno (Agua oxigenada o H2O2)1/4 de cucharadita  Percarbonato de sodio (como el vanish)1 cucharadita de Glicerina, 2 cucharaditas Goma de Xantano (Xanthar Gum, o gelificante) 

Se mezcla por separado el Vanish con una cucharada de agua muy caliente, sin hervir, si previamente se trituran las perlitas es más fácil de disolver. Las mezclas hay que hacerlas con la ayuda de materiales plásticos o madera, los metales se oxidan en contacto con estos productos. Unos palillos de los que se emplean para las brochetas es lo mejor, ya que permite mezclar bien y alejado de los productos.

En otro vaso se mezcla el agua oxigenada con la goma xantana, ésta al ser un polvo muy fino que se aglutina rápidamente conviene echarla poco a poco intentando espolvorearla sobre la superficie, removiendo con cuidado para no salpicar. Tarda bastante en gelificar correctamente ya que se forman grumos enseguida que hay que intentar deshacer, tras unos segundos de mezcla tras añadir la goma se vierte la glicerina y se mezcla de nuevo durante unos minutos. Hay que dejar que repose unos 10-15 minutos para que la goma xantana se hidrate y gelifique adecuadamente la mezcla.

Justo antes de aplicarlo al plástico amarillento es cuando se mezclan los dos vasos, removiendo durante un par de minutos, para que la mezcla, que ahora está en parte gelificada, se haga correctamente. Con la ayuda de un pincel no muy grande (que no tenga piezas metálicas) o una espátula de plástico o madera (como las empleadas para moldear la arcilla) se intenta repartir uniformemente una capa de aproximadamente medio milímetro de espesor en toda la pieza. Es recomendable poner los objetos a blanquear en cubetas de cristal o plástico para evitar que el producto se caiga o toque otros materiales o la piel, ya que el peróxido aún estando gelificado produce quemaduras por contacto, es imprescindible extremar las precauciones durante su uso.

También hay que eliminar de los elementos a blanquear piezas metálicas o cables que puedan contener, especialmente en el caso de los teclados y el frontal del ordenador, donde hay que dejar sólo el plástico. En la mayoría de los teclados sólo es necesario retirar de la tecla espacio el muelle y el alambre que hace que baje en ambos extremos por igual, el resto de teclas no suele llevar mecanismos si el teclado es de membrana. En los teclados de tipo mecánico a veces cada tecla tiene su propio muelle, en este caso habría que sacar todos los muelles. Había una marca de teclados muy especializada en donde la resistencia del muelle era variable en función de la fuerza del dedo que actuaba contra ella...en este tipo de teclados... mejor pensárselo dos veces antes de desmontar nada.


 Tapas de 5 1/4" y frontales de reproductores de CD en una segunda aplicación.

 Aplicación del gel con pincel, a éste que tiene la cabeza de aluminio no le afecta el gel, además es uno de los baratos.
Aspecto del gel tras una primera hora de exposición a la luz UV

Vista del montaje para aplicar la luz UV con un fluorescente de 10W.

A partir de aquí el resto del proceso lo hace la luz ultravioleta. Puede exponerse el objeto con el gel aplicado a la luz solar o puede dejarse bajo la acción de una lámpara de luz UV. En el primer caso hay que garantizar el correcto soleamiento de la pieza por todas sus caras, en el segundo es posible mediante varias lámparas cubrir más áreas a la vez. En mi caso empleé dos tubos fluorescentes de luz ultravioleta, uno de 36w y otro de 10w, suficientes para cubrir un teclado o un frontal de ordenador. Conviene no alejar mucho la lámpara de la superficie expuesta, así como intentar que el reparto de la luz sea lo más homogéneo, unos 15cm de distancia al objeto es suficiente. La luz ultravioleta es perjudicial para la vista, así que hay que limitar la exposición a ella, así como usar gafas con un filtro adecuado, en su defecto y ante todo evitar mirar directamente a la luz de las lámparas o mantenerlas apagadas en su manipulación.
  
A las pocas horas hay que revisar el proceso, el gel es difícil aplicarlo uniformemente, por un lado porque el plástico al ser impermeable hace un menisco que repele el producto y hay zonas donde la cobertura casi se ha evaporado (supongo que parte de la misión de la glicerina es reducir ese efecto y facilitar el mojado de la superficie), y por otra parte porque el gel tiene zonas donde se formaron inicialmente los grumos que son más espesas y difíciles de extender, por lo que es conveniente tener un poco más de producto extra ( a ser posible sin mezclar aún) para repasar esas zonas vacías.

Al añadir el percabonato de sodio la mezcla empieza lentamente a formar unas burbujas que al cabo de una hora forman una especie de espuma encima de la superficie, que también conviene homogeneizar de nuevo con la espátula, para que la luz actúe uniformemente en toda la superficie. En algunos foros he visto que recomiendan tapar con un film transparente el recipiente para evitar la evaporación, yo no lo he empleado y creo que no es necesario, el gel aguanta bien un día entero sin problemas sobre la pieza.
Con unas ocho horas de exposición basta para apreciar los resultados, en las zonas donde la luz ultravioleta ha incidido correctamente el color amarillento prácticamente ha desaparecido. Tras ese periodo casi no se aprecian mejoras, si bien cuanto más tiempo pase la pieza expuesta con el gel activo mejor resultado se obtiene. De todas formas es muy difícil que en superficies irregulares como un teclado la luz llegue uniformemente y perpendicular a todas las caras, así que tras 24 horas el resultado se puede dar por más que aceptable.

Finalizada la exposición a la luz solar o ultravioleta se retira con cuidado el gel (y por supuesto manteniendo la protección en manos, ojos y ropa). Para ello basta con aplicar abundante agua a presión, de la manguera o la ducha para retirar el gel, asegurándose de no dejar ni rastro de producto con el que accidentalmente se pueda tener contacto después.

Siguiendo con la base de haber comprado los materiales con un coste total de unos 45 euros, si ya se dispone de los medios adecuados, blanquear un teclado ronda los 5 o 6 euros.



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