domingo, 20 de enero de 2013

OFF LINE. Off light

 
 Las bombillas de toda la vida, que en breve desaparecerán para siempre... 

Llega el invierno y muchas lámparas fluorescentes empiezan a fallar. Es como si con el aumento de consumo eléctrico por el empleo masivo de la calefacción no llegue suficiente intensidad para encender las lámparas, y las que ya poseen más horas de vida útil acaban sucumbiendo tras estar varios días parpadeando sin cesar, hasta que uno no tiene más remedio que cambiarlas por las molestias que ocasiona el ruido y el centelleo. 




Hasta hace unos años, no muchos, la mayoría de las luces en las viviendas eran las típicas bombillas de incandescencia y los tubos fluorescentes con su cebador titileante y su reactancia ruidosa, emitiendo ese característico zumbido de los 50Hz de la corriente de la red, y no había mucho más donde elegir,  las bombillas redondas de casquillo a rosca grueso o las ovaladas de casquillo pequeño, el tubo fluorescente redondo, los tubos de 60 y 120cm...y entonces a alguien se le ocurrió meter un tubo fluorescente con su reactancia y cebador en un cuerpo compacto a rosca E27 para sustituir (por aquello del ahorro energético) a las tradicionales bombillas  de 60, 100 y más vatios. El resultado una pesada bombilla de dimensiones no menos generosas, con una carcasa de vidrio en forma de vaso, pero que inicialmente cumplía las espectativas de durabilidad y bajo consumo.


Comparativa de las sucesivas series de lámparas fluorescentes compactas, las dos de la derecha con encendido electrónico, con menor tamaño y peso.

Las primeras que pusimos en casa eran de la serie SL de Philips, en sustitución de dos lámparas de 100w que teníamos en el garaje, que inicialmente estaban alojadas en unos farolillos de forja con cristal, y que pronto optamos por eliminar dejando sólo el portalámparas. He encontrado por ahí una propaganda del año 85, y en la foto que adjunto se aprecia por qué quitamos los farolillos. Primero porque las bombillas SL no cabían dentro por el tamaño, y segundo porque con dos vidrios se habría perdido más luz, y se pierde bastante si además el cristal coge polvo. Pesan mucho, muchísimo (digo pesan porque aún quedan un par de aquellas en funcionamiento en casa, no serán del 85 pero sí de unos años más tarde). Efectivamente aparte del ahorro estaba la durabilidad, y las primeras que sacaron realmente duraban bastante.
Propaganda de 1985 cuando empezaron a comercializarse las CFL.

Inicialmente estaban disponibles en luz cálida, pero con el tiempo aparecieron las de luz blanca, que según en qué ambientes dan mejor iluminación, aún a coste de perder un poco de rendimiento en la apreciación de los colores del entorno o los objetos iluminados, que sólo lo es a efectos técnicos de laboratorio o imprenta, en la práctica no suele ser así. Recuerdo haber comprado unos pantalones color verde oliva grisáceo en una tienda con este tipo de luces, donde por lo general se ponen fluorescentes de alto rendimiento de color, al salir a la calle los pantalones eran de color marrón claro. Por un extraño motivo hay una parte de la banda de luz roja que estos fluorescentes (supuestamente de mejor rendimiento de color) no emiten, y que curiosamente se corresponde con un pigmento rojo que se emplea habitualmente en las mezclas para teñir la ropa, porque ya he observado este fenómeno en varias ocasiones, dando los fluorescentes de luz blanca (teóricamente de menor rendimiento de color en laboratorio) una reproducción más fiel de los colores reales en general, salvo los de la piel y pocos más.


 Experimento con un fotómetro, este no sé que escala tiene, porque se emplea para fotografía, pero conozco los lúmenes que dan los fabricantes, así que puedo comparar...aquí se aprecia tanto la temperatura de color como la intensidad aproximada, pero sólo en el fotómetro, ya que la cámara no podía ponerla en modo manual para que mostrara mejor la luz emitida.

 Probé con las tres CFL que aparecen más abajo, y la lámpara led de 7W y la tradicional de 100w

 De izquierda a derecha: led 7W, incandescente 100W, CFL 18W, CFL 21W, CFL 14w, se aprecia perfectamente la temperatura de color, el led a la izquierda da una luz blanca muy pura de 6000ºk, y la incandescente y las CFL (en este caso todas del tipo 827) dan una temperatura de color de 2700ºk.


La lámpara led tiene 470 lúmenes, la de 21W unos 1200, y la de 14W  800 lúmenes, si bien la primera aparentemente tiene mayor intesidad es debido al cono más cerrado que concentra más luz hacia abajo, mientras en la fluorescente se dispersa más por los lados. En las marcas indicadas en el fotómetro se aprecia la variación de la iluminación con la potencia y una gran equivalencia en rendimiento, de 4 a 1 en la CFL de 21W con respecto a la incandescente, es decir hace casi la misma luz consumiendo un 25% de aquella. Y con respecto al led hace el equivalente de una bombilla de 60-75W, lo que da un consumo de casi el 10% respecto a la incandescente.

Lámpara led de un único led central cuadrado y 7W, en general son los de mejor calidad, las lámparas que emplean gran número de pequeños leds no tienen una calidad ni durabilidad comparable a este tipo.

Como todo con el tiempo llegaron las mejoras y los inconvenientes, con la aparición de más empresas que fabricaban este tipo de lámparas a menor coste (y menor calidad) y con los mecanismos de encendido electrónico las lámparas fueron disminuyendo en peso, tamaño, calidad y duración, y si bien en principio fue bueno porque bajaron los costes a largo plazo no dejaron de convertirse en un objeto más de obsolescencia programada. 

   Hace poco más de seis años les toco el turno a las bombillas de casquillo E14 de la escalera de casa, este modelo de 11W hace una luz equivalente a la tradicional de 60W, viene justa para insertarla en las tulipas tradicionales.

A la izquierda una lámpara de bajo consumo de 11w, a la derecha la tradicional de 60, la luz emitida es equivalente, si bien la luz de la fluorescente es más difusa.


 Y estas son de los últimos modelos, aunque en este ultimo caso con menor intensidad de luz 5W que equivalen a unos 25w de la tradicional, ya es pedir demasiado para tan poco tamaño...
Con la incorporación cada vez mayor de las luminarias tipo downlight en las viviendas también surgieron nuevos tipos de lámpara con nuevos casquillos, que al poder ocultar el equipo de encendido en los falsos techos permitían unos tubos más compactos con más prestaciones. Las lámparas tipo TLD con casquillo G24 permiten la posibilidad de empotrar en el techo las luminarias y obtener un alto grado de iluminación a bajo coste.


Lámparas TLD con casquillo G24d de 26w y 1800 lúmenes, recientemente cambiadas...las dos del centro que se ven más chamuscadas son de las primeras que monté hace seis años (estaban sin rotular).

Y todo esto viene a colación de que en el último mes habré cambiado unas seis o siete bombillas, y en general todas ellas han sido las tipo TLD con casquillo g24d. Y como siempre a uno le asalta la duda si comprar las baratas de las grandes superficies o ir a lámparas de marca. Actualmente este tipo concreto de lámparas han bajado bastante. En el despacho tengo seis plafones con dos lámparas cada uno. Para cambiar cualquier lámpara hay que desplazar mesas, algunas de ellas con ordenadores que en ocasiones hay que desmontar, y mover sillas  para emplazar la escalera (las luminarias están a 3,00m de altura), lo que implica que tan ardua tarea precise la sustitución de la pareja, aunque una de ellas esté “bien”, por evitar el trastorno de tener que cambiar la otra a las pocas semanas o meses. Las que aún están en condiciones se dejan para otras lámparas de casa más accesibles. Así que un servidor se lo piensa dos veces a la hora de comprar las lámparas para este caso concreto. Esto ocurrió hace unos cuatro años, cuando tuve que cambiar las primeras lámparas del despacho, y a falta de estudios serios y rigurosos en la red que me ayudaran a escoger que lámpara y de qué marca comprar decidí empezar a hacer mi propio estudio comparativo con una sencilla acción: rotular con un permanente la fecha de colocación de todas y cada una de las lámparas que sustituyo.  
Este tipo de lámpara más pequeña es muy sensible a la calidad de la marca, una de ellas ha durado 3 años...otra apenas ha durado seis meses....

Tras cuatro años de estadísticas (nada del otro jueves, tampoco es que haya cambiado un gran número de lámparas) he llegado a la siguiente conclusión: las lámparas baratas de marca blanca duran menos, te las vendan como te las vendan, ello no quiere decir que las de marca sean eternas, pero por lo menos con los números en la mano duran más. En el despacho hace seis años que instalé este tipo de lámparas de bajo consumo tipo TLD con casquillo G24d y este mes he cambiado tres de las primeras que puse hace seis años, a raíz de estar 11 o doce meses al año más de 5 días a la semana y más de seis horas al día , eso arroja una vida de más de 8.000 horas, y una de ellas aún funcionaba. Por el contrario una de las últimas que he tenido que cambiar apenas ha durado seis meses, obviamente de marca blanca, no daré datos del fabricante pero sí decir que es de las que se compran en grandes centros comerciales y a precios 25-30% inferiores a las de marca.

 De izquierda a derecha CFL de 18W, 21W y 14W , que suelen asegurar unas 6000 horas de vida...
Y se calientan ...tras cinco minutos, que es más o menos lo que tardan en alcanzar un 95% de intensidad, es importante que se pueda disipar ese calor con facilidad para aumentar la vida útil de la lámpara.


 Otra conclusión es que las lámparas fluorescentes compactas no son aptas para lugares de paso como pasillos o cuartos que tengan un uso esporádico, antes de que alcancen el 100% de su iluminación nominal las apagamos, y son muy sensibles a fallar tras secuencias repetitivas de encendidos y apagados, especialmente en la cocina,  si hay un lugar donde uno se harta de cambiarlas es allí, pero desgraciadamente es el sitio donde son más útiles: la elección es de nuevo ir a lámparas de marca. Y dentro de las marcas reconocidas la duda que finalmente le queda a uno es si la de marca cara o la de marca más cara aún...así que he optado por aumentar la duración del estudio y he comprado dos bombillas nuevas que irán al mismo plafón, una de 5,2€, la otra de 7€.....en cuanto las dos se agoten actualizaré los datos del estudio...debería comprar al menos otros dos pares para hacer estadística, pero no estoy por la labor, me contento con un solo dato y me fiaré de la homogeneidad de la muestra, al fin y al cabo son lámparas de marca.

Y finalmente se constata que las lámparas de marca que hacían antes duraban más que las que hacen ahora aún dentro de la misma marca y dentro de una misma serie.

Mi primo electricista me decía que por cada tubo fluorescente tradicional grueso que cambiaban, el de 36w de 1,20m de toda la vida, cambiaban otros tres de los más finos que salieron después, así que en principio uno puede pensar que hacer todo en un espacio más concentrado implica menor durabilidad, porque no hay que dejar de tener presente que la temperatura también incide en la vida útil y una lámpara de mayor tamaño disipa mejor el calor que una más pequeña.

Ahora entran con fuerza y con grandes espectativas de mercado y precio las lámparas de tecnología LED, mi padre trajo hace unos días una bombilla led de 7w con la apariencia de una tradicional que le costó 12 euros... para sustituir una de las lámparas del garaje, ....voy a por el rotulador....

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deje un correo electrónico en el comentario si desea realizar una consulta, lea la nota arriba a la derecha del blog