Antecedentes.
Esta bicicleta ha sido el “regalo de reyes” de este año, estaba en una planta baja de un familiar de mi cuñado, de su tío Abdón. Mi hermana me envió unas fotos y me preguntó si me interesaba restaurarla...estaba toda oxidada, las ruedas eran de madera y la delantera estaba fatal y totalmente deshecha por la carcoma...y la respuesta fue que sí!...Y aunque no pintaba nada bien, debajo de esa capa de óxido y polvo se escondía una pequeña joya de hace cien años.
Reseña histórica
Bicicleta francesa de la marca Automoto, data entre los años 1920-1930, por el dibujo del plato y de fotos de bicicletas similares de esa época, y de un anuncio de prensa de 1933 donde el diseño es el mismo, y que en modelos posteriores ha cambiado.
Características - descripción
La bicicleta es un modelo de carreras o pista, cosa que aún no tengo muy claro por falta de más información de la empresa fabricante (porque en el cuadro no hay ningún número de serie que rastrear), y es poco frecuente en este tipo de hallazgos, ya que me esperaba por una primera impresión de las fotos que se trataba de una antigua bicicleta normal y corriente a la que le faltaban unas cuantas piezas. Pero no, no le faltaban piezas, es lo más parecido a una “fixie” actual y tan solo tenía una maneta de freno y lo que queda del soporte del puente de frenos trasero.
La horquilla delantera no tiene de origen el vástago pasante abierto para el eje de la rueda y que esta salga fácilmente, los taladros son cerrados, lo que obliga a abrir las vainas de la horquilla para sacar la rueda, y no es algo cómodo ni rápido para una bici de carreras. La aerodinámica es sorprendente, son dos vainas afiladas como las horquillas actuales de fibra de carbono, nada que ver con las típicas horquillas redondeadas, e igualmente las vainas traseras son más afiladas aún, acabando en una chapa fina en una transición muy cuidada.
En general es un cuadro ligero, y la ausencia de números de serie me da por pensar que fuera un modelo ad-hoc fuera de la producción, pensado para la competición, y por supuesto descartado que se tratara de un modelo que se fabricara para un uso de batalla diario. La otra opción es que se tratara de uno de los primeros modelos que construyera esta empresa porque algunas características, como la abrazadera del manillar, las ruedas de madera y el piñón trasero parecen muy toscas, propias de modelos antiguos poco pulidos a nivel de diseño, pero la forma tan afilada y aerodinámica de las vainas no me cuadra con esta idea... O a lo mejor sí y son ambas cosas.
No he conseguido gran cosa por internet, más allá de fotos y propagandas de esta empresa, en particular un anuncio de prensa del año 1933 donde se publicitan tres modelos por el 25 aniversario de la marca francesa: de turismo (normal), de carrera (con guardabarros), e inglesa (de varillas) que costaban entre 340 y 357 pesetas de entonces, a día de hoy serían entre 350 y 400 euros.
Comparándola con la imagen de la publicidad el diseño tampoco cuadra, los soportes para el bombín están detrás de la barra del soporte central de la tija en el anuncio y en este cuadro están delante, este modelo carece de taladros para guardabarros y para puentes de freno, así que no es una bicicleta de carreras a la que por los avatares de la vida se le hayan ido perdiendo piezas. No tiene señales ni marcas de haber llevado en el manillar timbre y otra maneta de freno... parece que mi cuñado tenía un familiar ciclista de alto nivel, o que compró la bici a alguien que estaba metido en el mundillo del ciclismo profesional.
Criterio de restauración.
Mi hermana me dejó caer de darle un lavado de cara y dejarla como elemento de decoración, pero esa opción no entra dentro de mi filosofía ingenieril-renacentista-repara cosas. Si arreglo y restauro la bicicleta es para darle vida y ponerla a rodar, que es el motivo por el que se construyó, y para dejar constancia de que algo con 100 años a sus espaldas se construyó con la suficiente calidad como para durar cien años, y pondré todo mi empeño en la restauración para que dure al menos otros cien.
Y aquí es donde mi criterio puede que sea un poco controvertido con los puristas de la restauración, al menos para este caso y para darle un uso en el día a día no voy a tener reparo en saltarme las reglas e ir un poco más allá, lo cual para algunos podría considerarse un sacrilegio. Pero no hagamos un drama de esto, al fin y al cabo sólo es una bicicleta.
Restauración- reparación.
He optado por niquelar de nuevo las piezas, por un lado para darles una protección contra la oxidación, y por otro para que recuperen parte del esplendor que tenían. El niquelado electrolítico es un método menos tóxico que el cromado y que obligaría a llevar las piezas a una empresa especializada. Con el níquelado los ingredientes a emplear para el electrolito son menos tóxicas, vinagre y sal común, y actualmente pueden conseguirse láminas de níquel 99,5% en internet a un precio razonable. Además es el método que se empleaba para dar lustre y buena apariencia al metal a principios del siglo pasado, antes de los años 40, y por tanto es históricamente más adecuado que el cromado.
Lo primero que voy a tener que descartar es el tema de las ruedas con llantas de madera, y habría estado bien poder arreglar las antiguas, pero es algo que se va de las manos, de medios y de presupuesto. De la única rueda que queda “sana”, la trasera, sólo podría recuperar el buje y el aro, los radios están irremediablemente oxidados y es imposible aflojarlos sin que se rompan. De la delantera sólo he podido recuperar el buje. Y he estado meditando mucho, y consultando por internet llantas de madera, que aún hay fabricantes que las hacen, pero la madera no es el mejor material para una rueda de bicicleta, a no ser que se quiera exponerla en un museo, y esa no es mi opción. Además tendría que buscar unas cubiertas especiales que fueran compatibles con ese aro que queda, cosa que veo muy complicada sin pasar antes por una carpintería para repasar el hueco del aro. Unas llantas nuevas de madera son demasiado caras para este proyecto.
Me quedaba la opción de comprar llantas de acero cromadas y radios al estilo de las antiguas, pero de momento tampoco contemplo esa idea, implica tener un centrador de ruedas o improvisar uno con la horquilla delantera de la bici, y si bien no lo descarto para más adelante, mi solución a día de hoy es poner ruedas nuevas, y por economizar las voy a poner de aluminio. Y para que en la horquilla delantera se pudiera sacar fácilmente la rueda he cortado los extremos de los taladros de las orejas (primer pecado).
En el tema de la seguridad, para usarla en la calle, es imprescindible ponerle frenos. Tras buscar bastante por internet no he encontrado una solución del estilo de los originales, sí que he encontrado fotos de frenos de ese modelo en fotos de bicis antiguas, pero no en tiendas, así que he optado por elegir unos buenos frenos “cantilever” y hacer en la bici unos taladros para instalarlos (segundo pecado). Son un poco más aparatosos, y no son tan pequeños ni finos como los de las bicicletas de carretera, pero por la altura del travesaño del triángulo posterior no podía poner frenos más pequeños y estos daban la medida (60-70mm del travesaño al aro). Para las manetas de freno la original está doblada y muy deteriorada, tengo un par de manetas de freno que deseché de la bicicleta orbea (entrada “bicicleta híbrida vintage”), aunque por comodidad seguramente pondré manetas de freno el horizontal sobre la barra del manillar (entrada “GAC Zeleris. Frenos adicionales en línea”) (tercer pecado).
Repasando el resto de componentes de la bici, esta es la lista de todo lo que puedo recuperar-restaurar:
.- Conjunto de plato + eje de pedalier + pedales, se ha desmontado, se ha eliminado el óxido (lija, ácido, disco de pulir con radial) y se ha vuelto a niquelar (en los modelos anteriores a los años 40-50 no se empleaba aún el cromado, además éste método se puede hacer “en casa” con medios y materiales fáciles de conseguir y poco peligrosos para la salud. Los rodamientos se sustituirán por unos nuevos. En la biela del plato se han quedado las señales de las picaduras del óxido y de las mil y una batallas que habrá sufrido la bici, pero si las eliminaba habría perdido el logo de AUTOMOTO que está estampado en el centro. En este caso las chavetas de las bielas las he tenido que comprar nuevas, estaban demasiado deterioradas y las roscas estaban deshechas. En el eje con el plato tendré que añadir un pequeño trozo de chapa de alguna lata para compensar la holgura que tiene y que hace que el disco bascule en exceso sobre el eje, acercándose demasiado los dientes a la vaina trasera. La cadena está demasiado oxidada-dañada y tiene un eslabón roto, en este caso no voy a perder tiempo con ella.
.- Horquilla delantera, se ha lijado y se le ha dado una imprimación. El acabado superficial es muy irregular y tosco, no permite dejarla con un acabado niquelado porque se verían demasiados hoyos, así que tendré que masillarla y pintarla. Veremos si la rosca que está muy desgastada aguanta el montaje, en caso de ser necesario tendría que reemplazar la parte superior del eje soldando uno nuevo y las tuercas. El nudo central es una pieza de función de latón, pero está muy machacado como para dejarlo niquelado, que le daría un toque interesante a la bicicleta, y en los ojales laterales seguramente habría una chapa con el logo del trébol de la marca, ahora están vacíos y he de ver si puedo hacer una réplica.
.- Sillín y tija, se ha desmontado por completo, se ha eliminado el óxido y se han niquelado todas las piezas, se ha de limpiar e hidratar la piel, y tendré que poner nuevos remaches para sujetarla al bastidor, los antiguos los he tenido que taladrar y su reemplazo actual serán unos remaches “bifurcados” o “divididos”.
.- Cuadro, se le ha quitado todo el óxido (lijando) y se ha dado una imprimación de convertidor de óxido para los puntos donde no llega la lija, se ha extraído el tubo de ajuste de la tija y se ha vuelto a niquelar. Se han taladrado los pasos para los tornillos del puente de freno. Al lijar han aparecido restos de una pintura de color púrpura en la zona del buje y de la tija, que obviamente no voy a usar (cuarto pecado). Posiblemente la bicicleta tuviera estas zonas de este color y el resto del cuadro en color negro. Emplearé un único tono para pintar la bicicleta, negro o un gris oscuro metalizado.
.- Potencia y manillar. La potencia ha quedado bastante bien tras lijarla, pulirla y niquelarla, posiblemente con la tija del sillín repita el mismo procedimiento (no lo pulí y quedó más “vintage”). El manillar estoy barajando aún si lo dejo “nikelao” por mi cuenta o lo llevo a un profesional.
Esta es la lista de todo lo que hay que añadir:
.- Manetas de freno + fundas + cables + sujetacables al cuadro
.- Cadena
.- Cinta para el manillar, de origen puede que éste tuviera manguitos (posible quinto pecado).
.- Puente de frenos + pastillas de freno, en este caso viene todo el kit completo, tipo cantilever de aluminio, en el trasero he tenido que cambiar el tornillo por uno más largo y limar un poco el puente para que asiente perfectamente contra el cuadro y no bascule.
.- Ruedas + cubiertas + cámaras, y piñón libre de la rueda trasera de 16 dientes
.- Pintura + laca
.- timbre clásico (sexto pecado, con bula papal, todo sea por la legalidad)
.- Reflectantes delantero y trasero... y para los pedales ¿?
PROCESO DE RESTAURACIÓN
1.- Desmontaje
2.- limpieza de piezas
3.- reparación o sustitución de piezas
4.- preparación y ajustes para piezas nuevas
5.- niquelado
6.- pintura
7.- montaje
He recibido algunas consultas sobre la bicicleta en los comentarios, pero para poder responder necesito que se indique un correo electrónico de contacto.
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