El
título es por abreviar, porque en realidad se trata de la demolición y sustitución de un
muro de carga de mampostería y ladrillo en una vivienda unifamiliar por un par
de pórticos metálicos que soportarán el forjado existente, el cual por
cuestiones técnicas y de ordenanzas municipales hemos tenido que conservar. En
este caso la antigua distribución de la vivienda era incompatible con el
programa de uso requerido por la propiedad.