Aprovechando las fechas navideñas hemos recuperado la
tradición en casa de montar el Belén, no sin antes haber pasado gran parte de
las figuritas y complementos por la mesa de restauración. Con el tiempo el
plástico se vuelve frágil y quebradizo perdiendo su elasticidad, así que
cualquier golpe accidental puede romperlas como si fueran de porcelana. Algunas
de estas figuritas tienen más de cuarenta años, y después de haber estado
veinte años sin montar el Belén, tocaba hacer limpieza de polvo y repasar la pintura,
muchas de ellas se rompieron en el proceso. El estilo de las figuritas va desde las clásicas de cerámica hasta las actuales de plástico, las figuras principales son las típicas "cabezonas" de los años 70, y tienen de entrañable que las montábamos en nuestra niñez. Es en cierta manera una amalgama de estilos y culturas y por ello todas tienen cabida en el Belén familiar.
Cada figurita o conjunto de figuritas tiene su historia y su pequeño y particular espacio, el rebaño de ovejas y su pastor, el de vacas, el pastor que lleva la oveja al lomo con su perro, el arquero y la cabra, la mujer con el cántaro y el pozo, el segador con la pila de trigo...
Cada figurita o conjunto de figuritas tiene su historia y su pequeño y particular espacio, el rebaño de ovejas y su pastor, el de vacas, el pastor que lleva la oveja al lomo con su perro, el arquero y la cabra, la mujer con el cántaro y el pozo, el segador con la pila de trigo...