La
fenolftaleína es un indicador de pH empleado en este caso para determinar el
grado de conservación de la basicidad del hormigón, generalmente elevado en su edad
temprana y de valor superior a 12, que debido a la acción de los
agentes atmosféricos, y en especial al CO2, hace que disminuya progresivamente a lo
largo del tiempo. Estas pruebas se han realizado con una solución de 150ml de
alcohol (70%) + agua destilada (30%) + 1 gr de fenolftaleína.
Los
elementos a ensayar han sido una vigueta de 18cm de altura con unos
recubrimientos netos al armado de 1,5cm en su cara inferior (lado más
desfavorable) y un trozo de un bloque de hormigón de 4,5cm de grosor de cemento
blanco sin armar. La vigueta es un resto de una obra acabada hace cinco años.
El bloque de hormigón blanco fue un resto del hormigón empleado en las basas de
las pilastras de la capilla del cementerio de Albalat hace 8 años. Este último
fue confeccionado por un servidor, ajustando
al máximo las proporciones agua/ cemento y añadiendo fluidificante para mejorar
la trabajabilidad sin añadir más agua a la mezcla. Ambos han estado a unos 3km
de distancia del mar, si bien la EHE marca el límite en 5km como ambiente
marino, en términos prácticos este podría considerarse un ambiente libre de
cloruros.
Aplicación de fenolftalína en cortes acabados de hacer. En la superficie externa expuesta a la intemperie ya se ha producido la carbonatación del hormigón y no hay reacción.
Las
condiciones a las que han estado expuestos son distintas, el trozo de vigueta
ha estado en un cobertizo, al resguardo del agua de lluvia pero a la
intemperie, sin ningún tipo de protección al aire. El bloque de hormigón blanco
ha estado en el suelo de un jardin, expuesto a la lluvia y además expuesto en su cara inferior a la
humedad natural del terreno. Dicha cara es además la que estuvo en contacto con el
encofrado liso de polietileno rígido, por tanto es una superficie muy lisa y
compacta y debido al vibrado al que se sometió el hormigón es muy poco porosa.
En comparación la cara superior es más áspera y presenta mayor cantidad de
poros al refluir en ella la lechada del hormigón tras el vibrado.
Tras
aplicar la fenolftaleína los resultados obtenidos desde el punto de la
durabilidad revelan que se ha producido una carbonatación en superficie, de menos de 1mm
de profundidad, en el caso de la vigueta y de hasta 3mm en el bloque de hormigón
por la cara superior rugosa, y prácticamente 0mm en la cara inferior de la superficie
que se encofró contra el polietileno. Contrasta la intensidad del color fucsia-púrpura (pH superior a 9,5)
en el hormigón blanco con el tono más apagado en algunas zonas del hormigón gris (tono rosa pH entre 8 y 9,5), en este caso
influye la mayor o menor cantidad de cemento en la masa y la basicidad de cada
uno, pero en ambos es evidente que prácticamente la totalidad de la sección
conserva el pH inicial.
Esto
tiene especial importancia a la hora de evaluar la esperanza de vida de las
estructuras, y aplicar las medidas correctoras oportunas para frenar el avance
de la carbonatación. Mientras el hormigón conserve su pH alto la armadura de
acero está pasivada, es decir, cuenta con una protección frente a la corrosión. A la vista de las pruebas: el vibrado, el curado, la protección posterior de la superficie y una superficie lisa del encofrado favorece notablemente la conservación del pH inicial al minimizar la cantidad de poros del hormigón.
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