domingo, 17 de enero de 2016
Aligerar una losa.
En la construcción a pequeña
escala suele ocurrir a veces que necesitamos soluciones fuera de lo normal y en
la mayoría de las ocasiones, bien por falta de presupuesto o bien por falta de
recursos, tenemos que conformarnos con lo que hay al alcance del constructor y
en las tiendas de suministros... y muchas veces renunciar a la idea proyectada
o acabar con soluciones de compromiso.
En este caso toda la vivienda se
ha construido con forjado de viguetas pretensadas y bovedilla de hormigón, pero
en los balcones donde se quería dejar un acabado de más calidad se optó por
losa de hormigón. En los primeros dos forjados no hubo más remedio que encofrar
toda la losa, en el tercer forjado encontramos un sistema compatible con el
forjado tradicional de viguetas y bovedillas y que nos permitía tanto el
acabado de la losa como el aligeramiento de la misma.
Este forjado se ha proyectado inclinado, de esta manera ya tenemos
la pendiente de la terraza, y en el extremo inferior realizamos una losa con la
base horizontal donde embeber las viguetas, permitiendo que el hormigón pase
por debajo de ellas. Se ha optado en este caso por una viga capialzada por
varios motivos, uno el dar canto suficiente para salvar una luz de casi 7m
libres sin descuelgue inferior que nos limitaría la altura libre, otro actuar
como antepecho y canal de recogida de agua. En principio la viga, con un canto
total de 80cm, no tiene problema alguno ni de resistencia ni de flecha para
poder recibir toda esa carga extra del macizado.
Días antes el arquitecto técnico
me mostró un sistema para aligerar losas por medio de unas piezas huecas de
plástico, y vimos la posibilidad de integrarlo en dicho forjado y quitar casi
700kg de peso a la viga, si bien en este caso no era una cuestión fundamental
sí que era interesante para probar el sistema y ver las posibilidades que
tenía.